La spesa prosociale aumenta la felicità

Debido al impacto que tiene la felicidad en los eventos vitales de cualquier persona, una pregunta válida es si esta felicidad se puede mantener a largo plazo. En muchas personas la felicidad parece mantenerse en unos niveles de cierta estabilidad, pero muchos estudios se preguntan si existen estrategias para aumentarla.
En una investigación del 2012, Aknin, Dunn, y Norton han mostrado que gastar dinero en otras personas da más satisfacción (felicidad) que gastar dinero en sí mismo. Específicamente se propuso a los participantes de gastar una pequeña ganancia inesperada en otra persona comprando un regalo, o haciendo una donación a la caridad (gasto prosocial).
Resulta ser que estas personas, fueron significativamente más felices al final del día que los participantes a quienes se les propuso gastar la ganancia inesperada del mismo monto, pagando una factura pendiente, u otros gastos u obsequios para sí mismos.
Este circuito que llaman de retroalimentación positiva entre gasto prosocial y felicidad permite afirmar que el gasto prosocial conduce a mayores niveles de felicidad y a su vez, la felicidad aumenta la probabilidad de participar en futuros actos de gasto prosocial. Por eso es un circuito.
Estudios como este pueden hacernos pensar en cómo fomentar activamente el trabajo en red y la solidaridad entre personas y pueblos, sobre todo en una situación de crisis como la actual.
Nuestros sistemas educativos y sociales deberían incluir dentro de los objetivos, el aumentar la felicidad de las personas a través de estrategias de circulación de bienes, por ejemplo. El reciclaje no sólo es un acto de desechar, sino sobre todo de re-significar lo material, de darle valor y dar a los objetos una nueva oportunidad a través del regalo a otros que sí lo necesitan.
¿Cuántos juguetes, ropa en buen estado, comida acumulada, es desaprovechada en cada casa, empresa, familia? Las escuelas y las familias pueden invertir de otra manera los recursos que tienen y que muchas veces les sobran. El gasto prosocial no sólo se trata de dinero, sino de mirar la vida desde la donación. Y todos tenemos algo para donar.
Haciendo así, no solo se beneficiará al otro, sino por lo que dice este estudio, el principal beneficiado es también el que da, que al final del día será más feliz.
Fuente:
Aknin, L. B., Dunn, E. W., & Norton, M. I. (2012). Happiness runs in a circular motion: Evidence for a positive feedback loop between prosocial spending and happiness. Journal of Happiness Studies, 13(2), 347-355.